Transmisión

Las bacterias de la difteria se propagan de persona a persona, por lo general a través de gotitas respiratorias, como al toser o estornudar. Las personas también pueden enfermarse al tocar llagas abiertas o úlceras infectadas³⁰. La higiene inadecuada tanto a nivel personal como comunitario contribuye a la diseminación de la difteria cutánea³¹.

La enfermedad empieza al cabo de unos cuantos días después de la exposición a las bacterias (por lo general unos 5 días)²⁹. Si una persona no recibe tratamiento, puede propagar la enfermedad durante aproximadamente 2 semanas después de la infección³².

 

Síntomas

La bacteria causante de la difteria produce una toxina que mata tejidos saludables en el aparato respiratorio. Este tejido muerto forma una capa espesa y gris que se acumula sobre la garganta, las amígdalas, la laringe y en la nariz, dificultando la respiración y la deglución. Si la toxina entra al torrente sanguíneo, puede causar daño al corazón, los nervios y los riñones²⁸.

Los síntomas de la difteria dependerán de la parte del cuerpo que esté afectada²⁸:

Signos y síntomas de la difteria respiratoria: Tiene un inicio agudo y sus principales características son:

• Debilidad
• Dolor de garganta
• Fiebre leve
• Inflamación de los ganglios del cuello
• En niños, pueden aparecer también taquicardia, náuseas, vómitos, escalofríos y dolor de cabeza²⁹.

Signos y síntomas de la difteria cutánea: Es una forma más leve de difteria, con aparición en el tiempo (crónica), que afecta solo la piel y que ocurre principalmente en adultos. Sus principales características son29:

• La presencia de arañazos y llagas con aspecto variable, que aparecen en brazos y piernas y se asemejan a otros trastornos de la piel, como el eczema, la psoriasis y el impétigo.
  • Las llagas pueden ser dolorosas, rojas y pueden supurar.
• Heridas abiertas que no cicatrizan.

Las infecciones de difteria en la piel raramente provocan otras enfermedades graves.

Importante: La infección nasofaríngea concurrente se produce en el 20 a 40% de los casos, por inoculación directa o indirecta con el microorganismo, a menudo a partir de lesiones crónicas preexistentes de la piel.